La mente y los pensamientos es un tema que ha sido protagonistas de muchas investigaciones, pero para la mayoría de las personas no termina de tener claridad.
Pero, ¿qué hay en la mente? Lo primero que hay que diferenciar es que la mente es una red que incluye el cerebro y es donde se se logra el aprendizaje y se forman los procesos que incluyen la memoria y los pensamientos.
- La mente y los pensamientos
«Si solo conocemos nuestra propia mente ¿cómo podemos separarla de nuestros pensamientos?» dijo una vez uno de los científicos más destacados del siglo XX, David Bohm.
Bohm identificó al pensamiento como una facultad mental que de manera rutinaria permite actuar, como modus operandi ordinario para la supervivencia.
Los pensamientos ordenan la realidad, de acuerdo al científico, aquello que es percibido es lo que pensamos y esto responde a un marco creado previamente. Por esto, las investigaciones sobre las funciones de la mente incluyen la capacidad de abstracción del ser humano. - Cómo evitar pensamientos negativos
– Enfocarte en situaciones que distraigan, de esta manera los pensamientos dejan de divagar y se le presta atención a otra cosa, lo que sí se aconseja en concentrarse en una sola cosa.
– Posponer el pensamiento negativo para un momento de “preocupación” por ejemplo 10 minutos durante el día. Así la mente podrá seguir enfocándose en otros asuntos. Revisa el texto: “Pensamientos que no te dejan dormir”.
– Intención paradójica: Es una técnica terapéutica que pide al paciente enfrentarse al pensamiento, no rechazarlo, sino darle espacio a aquello que le genera malestar. Puede ser realmente fuerte, por ejemplo; en caso de fobias.
– Aceptación: Los investigadores Marcks y Woods realizaron un estudio en el 2005, en el que revelaron que suprimir los pensamientos es menos funcional que simplemente aceptarlos. Invitan a ver los pensamientos como soldados que se marchan, letreros que salen por las orejas, que la persona no discuta ni los evite, sino que los mire marchar. - Pensar en los pensamientos
Es el caso de la la terapia metacognitiva, creada por el profesor en psicopatología clínica y experimental en la Universidad de Manchester, Adrian Wells, quien habla de la importancia de reconocer y construir pensamientos sobre la capacidad de pensar.
Y esto lo realizó en pacientes que sufrían depresión y psicosis. Además, surgió como respuesta al trastorno de ansiedad generalizada (TAG). El investigador sugirió que lo más importante no se trata de los pensamientos que se tengan en la mente, sino la percepción positiva o negativa que se tengan de estos. Un ejemplo “La preocupación podría hacer que me vuelva loco o más positivas” (percepción negativa) a “cuando me preocupo, me siento mejor” (percepción positiva).
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